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¿Bañarse con agua caliente es bueno?

¿Bañarse con agua caliente es bueno? – Todos los beneficios que debes conocer sobre el agua caliente

No hay nada mejor que una buena ducha con agua caliente en invierno para entrar en calor o para relajarse antes de dormir, y aunque tomes un baño caliente todos los días, quizás no conozcas que este hábito tiene una gran cantidad de ventajas para la salud. Es por eso que hoy queremos contarte sobre los beneficios, y toda la información que probablemente no conocías sobre el agua caliente en la ducha.

¿Es recomendable bañarse con agua caliente?

Hay quienes afirman que bañarse con agua caliente es contraproducente para la salud, pero lo cierto es que, siempre que sea a una temperatura no mayor a los 38º, las duchas con agua caliente tienen grandes ventajas, como relajar el cuerpo, aliviar los dolores y mucho más. Sus propiedades son tan efectivas que el agua tibia o caliente se usa para hacer terapias y masajes.

Lo importante es no excederse con la temperatura del agua, y procurar que las duchas no duren más de 20 minutos. Teniendo un calentador de paso en casa podrás disfrutar de un baño caliente cuando lo desees, y, además, ofrecen la ventaja de que puedes regular la temperatura máxima directamente en el aparato para que tengas la seguridad de que no estarás usando agua muy caliente.

Ventajas de bañarse con agua caliente

Estos son algunos de los beneficios más importantes de usar agua caliente en la ducha:

Mejora la circulación

Los baños de agua caliente tienen la capacidad de relajar los tejidos del cuerpo, incluyendo el sistema circulatorio. Esto se debe a que la temperatura del agua dilata las venas y arterias, logrando una mejor oxigenación de la sangre. La buena circulación permite que las toxinas se liberen más fácilmente. Todos los beneficios del agua caliente se basan en sus propiedades de mejorar la circulación.

Relaja los músculos

La razón por la que el agua caliente se usa para hidroterapias y masajes es que es una excelente forma de relajar los músculos. Cuando los músculos reciben más oxigeno de la sangre, su proceso de recuperación es más rápido y se alivian los dolores.

Al igual que los músculos, los tendones y demás tejidos del cuerpo también dilatan y se relajan; así que, tomar una ducha caliente después de hacer ejercicio es una buena opción para reducir el cansancio, los dores, y reducir el riesgo de lesiones.

Alivia el dolor de cabeza

Los vasos sanguíneos del cerebro también se dilatan con el agua caliente, lo que resulta en un alivio eficiente para el dolor de cabeza. Permítete estás un par de minutos con el agua de la regadera corriendo directamente en tu cabeza, y al terminar el baño te sentirás mucho mejor. Este consejo aplica para dolores en todo el cuerpo, incluyendo dolores menstruales.

 

Ayuda a conciliar el sueño

Después de un baño caliente, el sistema nervioso también oxigena y se relaja, lo que hace que estemos más tranquilos, podamos conciliar el sueño más rápido y dormir profundamente. También se reducirá el estrés, se calmará la ansiedad y al despertarte comenzarás tu día con más energía.

Si a tus niños o bebés se les hace difícil irse a la cama a la hora de dormir, una ducha caliente será una solución perfecta para calmarlos y hacer que se duerman sin problemas. Tomar una ducha caliente todos los días antes de dormir hará que se convierta en un hábito y puedas relajarte y dormir más fácilmente.

Tratamiento para el resfriado

Si tienes gripe o estás resfriado, el agua caliente de la ducha será ideal para descongestionar la nariz y calentar todo el sistema respiratorio. De esta manera podrás expulsar la flema y mocos fácilmente, se aliviará el dolor de garganta, y al mismo tiempo podrás aliviar el malestar general que normalmente se presenta como síntoma de estas enfermedades.

Agua caliente vs agua fría, ¿cuál es mejor?

Tanto el agua caliente como el agua fría tienen sus ventajas y propiedades positivas para la salud, por lo que es imposible determinar si una es mejor que la otra.

Las duchas frías también ofrecen beneficios terapéuticos, y en muchos casos se recomiendan terapias de contraste frío/calor para tratar contracturas y lesiones musculares. Mientras que el agua caliente dilata los vasos sanguíneos y permite que circule más sangre, el agua fía hace que la sangre circule más rápido. En combinación se logra que la restauración de los músculos y tejidos se acelere, y se pueden notar mejoras casi instantáneamente.

Si quieres poner en practica esta técnica en casa, puedes comenzar con agua caliente durante unos minutos y cada tanto alternar un regaderazo frío. Podrás conseguir un alivio rápido a los dolores de espalda, cuello y hombros.

Otros beneficios de tomar una ducha fría son:

·         Aumentar los niveles de energía: Una ducha con agua fría hará que tu energía se eleve al máximo, por lo que es ideal para despertarte en las mañanas.

·         Mejora el aspecto de la piel: La baja temperatura del agua hace que los poros se cierren, haciendo que la piel se vea más tersa y suave.

·         Fortalece el cuero cabelludo: Con el agua fría se acelera la circulación en el cuero cabelludo, lo que permite que los folículos capilares se aferren a la raíz, y acelera su crecimiento. El cabello se verá más brillante y estará más fuerte.

Alterna el uso de agua caliente y agua fría para aprovechar todos los beneficios de cada una. Para muchos, lo ideal es usar el agua fría en la mañana, y la caliente por las noches. Pero, por supuesto, esto dependerá de cada persona y de la temporada del año.

No olvides que tus duchas calientes, el agua no debe estar a una temperatura superior a los 38º, porque se pueden generar efectos contraproducentes, como una subida de la presión arterial. Si todavía no tienes un calentador de agua en casa, échale un vistazo a los modelos que tenemos en nuestro catálogo.

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