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Vaporizaciones que mejoran tu salud

Cuidar de nuestra salud, y la de nuestra familia, siempre es prioridad. Hace algunos años los remedios farmacéuticos no eran comunes, así que las personas recurrían a métodos naturales para mejorar sus síntomas. Uno de estos métodos, y sin duda uno de los más populares, eran las vaporizaciones. Pero, ¿qué son exactamente? ¿Cómo nos ayudan? Y, ¿cómo podemos hacerlas?

Las vaporizaciones consisten en utilizar vapor para purificar nuestro cuerpo, en especial nuestras vías respiratorias. Básicamente, el calor del vapor de agua ayuda a expandir, relajar e hidratar las mucosas y vías respiratorias, ayudándonos a respirar mejor, expulsar flema, relajar los músculos y hasta reducir posibles dolores de garganta y cabeza. 

¿Cuáles son los beneficios de las vaporizaciones?

La calidad del aire que respiramos es de suma importancia, y en la actualidad, cuando existen tantos contaminantes y polvo en él, tenemos que prestar cuidadosa atención a cómo reaccionamos a estos factores. Muchas personas experimentan alergias constantes, dolores e infecciones de garganta, tos, resequedad, entre otros síntomas, y pudieran ser debido a la contaminación existente en el ambiente. 

Una solución ideal es utilizar purificadores de aire que nos ayuden a limpiar las habitaciones donde más frecuentamos, como nuestro cuarto en casa, o la oficina. Los purificadores de aire, como los que tenemos en nuestro catálogo de Avera, te ayudarán a respirar aire puro y tienen la capacidad de eliminar polvo, sustancias y hasta virus y bacterias. Pero, ¿qué ocurre cuando ya estamos experimentando los síntomas? Es aquí donde la vaporización puede ser el tratamiento perfecto. 

Las vaporizaciones ayudan a expulsar la flema, y la alta temperatura del vapor ayuda a descongestionar la nariz, permitiéndote respirar libremente. También puede ayudarte a relajar los músculos y reducir el dolor. Por ejemplo, las personas que sufren de sinusitis se benefician en gran medida de las vaporizaciones, ya que pueden descongestionar la nariz, respirar cómodamente, y reducir los dolores de cabeza. También, si has tenido una tos constante al punto en que comienza a doler, las vaporizaciones pueden ayudarte a hidratar la garganta, reducir la tos y el dolor que producen.

¿Cómo hacer vaporizaciones?

El procedimiento para hacer vaporizaciones es muy sencillo. Aunque utilizar solamente agua es válido, muchas personas prefieren agregar algunas hierbas o ingredientes para mejorar la efectividad del tratamiento. Algunos de estos pueden ser: 

  • Sal: es antiinflamatorio, ataca las bacterias y ayuda a eliminar la congestión nasal.
  • Eucalipto: es antiséptico y desinfectante en procesos virales. Ideal para tratar síntomas de gripes y resfriados, también amigdalitis, faringitis y bronquitis.
  • Romero: es analgésico y antiinflamatorio, así que reduce dolores de cabeza, migrañas y garganta.
  • Tomillo: es antiséptico y expectorante, así que funciona para limpiar las vías respiratorias en casos de tos, gripe y resfriados. 

Estas son algunas de las mezclas que realizan las personas para mejorar el tratamiento. La mejor recomendación para saber qué utilizar, es consultar con un médico y realizar una investigación certera sobre las propiedades de cada ingrediente. 

Ahora, para comenzar con las vaporizaciones, solo debes seguir los siguientes pasos:

  1. El primer paso es colocar en una olla los ingredientes: el agua, y si deseas alguna hierba o sal, agrégala también.
  2. Coloca la olla de agua a hervir, alrededor de 10 minutos o hasta que esté burbujeando. Lo importante es que la temperatura sea alta para que expulse suficiente vapor, y dar tiempo para que las hierbas y sus propiedades se desprendan en el agua.
  3. Una vez esté hervida, coloca la olla con cuidado en un lugar cómodo, donde puedas sentarte cerca, y sin que corras el riesgo de quemarte.
  4. Posicionate enfrente de la olla, y acerca el rostro lo suficiente para que sientas el vapor. Coloca una toalla encima de ti, que te cubra por completo para evitar que el vapor salga.
  5. Es normal que sientas mucho calor, pero ten cuidado de no quemarte. Si está muy caliente o te cuesta respirar, aléjate un poco y deja entrar aire fresco. 

Las vaporizaciones pueden durar unos 5 o 10 minutos, lo suficiente para que te sientas mejor y puedas respirar con mayor confort. Una vez termines, mantente abrigado para que no haya un cambio de temperatura muy drástico. Te aseguramos que este tratamiento te aliviará el malestar y te hará respirar libremente.

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