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¿Sabías que tienes que curar tu sartén nuevo?

¿Sabías que tienes que curar tu sartén nuevo?

Si estás aquí, probablemente hayas adquirido un hermoso sartén nuevo y brillante o estás considerando hacerlo. Ahora, antes de que empieces a cocinar tus deliciosos desayunos, cenas o cualquier cosa que tu corazón desee, permíteme contarte un secreto que a menudo se pasa por alto: ¡Necesitas curar ese sartén! ¿Curar, como cuando te resfrías? ¡No exactamente! Pero sigue leyendo, porque esto hará una gran diferencia en tu experiencia culinaria.

¿Qué significa "curar" un sartén?

Primero, aclaremos algo. Cuando hablamos de "curar" una sartén, no nos referimos a ponerle un pañuelo y darle sopa caliente (aunque suena tierno). Estamos hablando de un proceso que prepara tu sartén para el uso, especialmente si es de hierro fundido o de acero al carbono. Al curarlo, básicamente creas una capa antiadherente natural. ¡Adiós a los huevos pegados!

¿Por qué es tan importante? 🧐

  • Protege tu sartén: Curar tu sartén le da una capa protectora contra el óxido y la corrosión. Porque, seamos sinceros, nadie quiere sorpresas no deseadas en su comida.
  • Mejora la antiadherencia: Un sartén bien curado tiene menos posibilidades de que los alimentos se peguen. Así que, si alguna vez has luchado tratando de raspar el fondo de la sartén después de intentar hacer una tortilla, ¡este es tu remedio!
  • Realza el sabor: Un sartén curado puede mejorar el sabor de tus alimentos, dándoles un toque extra especial.

¡Vamos a curar ese sartén!

Lo que necesitarás:

  • Tu sartén (obvio, ¿no?).
  • Aceite vegetal o manteca (asegúrate de que sean de buena calidad).
  • Un paño o papel de cocina.
  • Paciencia y amor (como con todas las cosas buenas de la vida).

Pasos:

1. Antes del primer uso, lava tu sartén con agua caliente y jabón suave para eliminar cualquier residuo de fabricación.

2. Curar tu sartén con aceite.
Toma una servilleta o brocha de cocina y esparce el aceite vegetal por toda la superficie, incluyendo los lados del sartén. Cuando esté completamente cubierto de aceite y dejando un milímetro de aceite sobre el sartén, prende el fuego a intensidad media. Deja en la estufa entre 8-10 minutos o hasta que comiences a ver que el aceite está despidiendo un poco de vapores y humo, como indicador de que ya está bastante caliente.

3. En este momento apaga el fuego, retira el sartén del quemador de la estufa a otra posición para que no se siga calentando, deja enfriar y retira el exceso de aceite con toallas de papel.

4. Puedes comenzar a usar tu sartén para asar una pechuga o un huevo estrellado.

5. Puedes repetir este paso de 2 a 3 veces durante los primeros días de uso para sellar muy bien los poros del acero creando una capa antiadherente natural.

6. Tus sartenes AVERA son ideales para fuego bajo lo que te permitirá ahorrar gas o electricidad en parrillas de inducción, ya que la conducción de calor es alta gracias a la calidad del acero inoxidable.

7. Lava tu sartén con esponja suave y jabón de trastos no agresivo.

8. Evita sobre calentamiento: evita el sobrecalentamiento extremo, ya que esto puede provocar decoloración y pérdida de propiedades del material.

Consejitos extra

  • Recuerda que después de curar tu sartén, es mejor evitar el lavado con jabón. Un enjuague con agua caliente y un cepillo suave será suficiente.
  • Si notas que la comida comienza a pegarse o si aparecen manchas de óxido, ¡es hora de volver a curar!

Así que ahí lo tienes, querido chef en ciernes. Antes de que te sumerjas en tu próxima aventura culinaria, asegúrate de darle a tu sartén el amor y el cuidado que se merece.

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